Cuento El Gato con botas... Parte 2

Observa la tapa del cuento y completa la ficha.

Observen la tapa del cuento y completen:

Título: ……………………………………………………………………………………….

Autor: …………………………………………………………………………………………….

Editorial: ………………………………………………………………………………………..

Bueno, ahora disfruta leyendo esta linda historia. Se la puedes leer a tu familia en voz alta. Luego realiza las actividades en la carpeta.

 “El Gato con Botas contra los Ogros”

Feliz lo que se dice feliz, no vivía. Y no porque no comiera perdiz (que comía, sí, al horno y con papas, todos los martes). Y no porque lo trataran bien (que lo habían nombrado Masse o Gran señor de la corte, un título importantísimo, sobre todo para un gato). Y no porque su amo no siguiera agradecido porque lo había ayudado a casarse con la princesa. No. El Gato con botas no vivía feliz porque se aburría.

Mucho se aburría. Muchísimo. Y es que baila por acá, paseo por allá, banquete por el otro lado, la vida en el palacio no era muy emocionante para un gato. Menos que menos para él que no era un gato común y corriente, sino un gato IN-TE-LI-GEN-TI-SI-MO. El solito se había inventado aquel asunto del Marqués de Carabás (que era el nombre de mentirita que le había puesto a su amo). Él solito había inventado el plan para presentarse ante el rey. Y lo más importante: él solito había enfrentado y vencido al ogro más cruel y malvado de todo el reino.

Después de semejantes hazañas, no podía entretenerse así nomás, ni persiguiendo ratones, ni cazando liebres, ni trepando por los techos, ni fastidiando los perros.

Bueno, debes en cuando hacía eso. Al fin y al cabo era gato, aunque fuera el mismísimo Gato con botas. Pero igual se aburría.

Como a su amo no le gustaba verlo así, de colmaba de honores y favores.

_Que le preparen tarta de atún…Que pinten un retrato de él, fondo celeste y tres cuartos perfil derecho…Que todos le hagan reverencias…Que le peinen los bigotes…Que le traigan un nuevo par de botas de París…

Nada de esto entusiasmaba al Gato con botas. Y en cambio, creaba malestar entre algunos miembros de la corte_ tanto lío por un gato pulguiento_ protestaban, muertos de envidia_. Tenemos que deshacernos de él.

_Sí, pero ¿cómo?

_Dicen que engaño y venció al ogro más cruel y malvado de todo el reino. Tenemos que hacer correr el rumor por todas partes. Debe haber algún pariente de ese ogro que quiera vengarse.

Había sí. Dos hermanos, tres tíos, cuatro primos segundos, cinco sobrinos y hasta un pariente lejano. Todos crueles, malvados, malísimos. Todos capaces de arrancar un árbol con la uña de un dedo meñique. Todos con olor a transpiración.

Y por supuesto, en cuanto se enteraron de lo que había hecho el gato, quisieron vengarse. Bueno, el pariente lejano no. Se disculpó porque el reino del Gato con botas quedaba demasiado a trasmano y él se mareaba con los viajes y justo tenía otra cosa que hacer…Pero todos los otros (los dos hermanos, los tres tíos, los cuatro primos segundos y los cinco sobrinos) decidieron darle un escarmiento. _Vamos a reventarlo _dijeron. _Total, no es más que un gato.

Y allá se fueron rumbo al reino donde el Gato con botas.

Tardaron en llegar porque efectivamente quedaba bastante a trasmano. Por eso, antes de que llegaran, el Gato con botas supo que catorce ogros iban a reventarlo.

Los envidiosos de la corte creyeron que iba a asustarse y que huiría. Pero el Gato con botas no era un gato común y corriente, sino un gato IN-TE-LI-GEN-TI-SI-MO. Por eso, en vez de asustarse, metió lechuguita a una bolsa, la dejo en medio del campo y al rato nomas atrapó una liebre. Entonces, le puso su mejor sombrero y su nuevo par de botas recién traído de París. Y la dejado encerrada en una jaulita.

Finalmente, los catorce ogros llegaron a las puertas mismas del palacio. _Venimos a reventar al Gato con botas_ gritaron.

Entonces, el Gato con botas soltó a la liebre que, al verse libre después de tantos días de estar encerrada en la jaulita, corrió y corrió y corrió.

Los catorces ogros la vieron pasar ¡¡¡ FIUUUU!!! Con el sombrero y las botas y, creyendo que era el gato, la persiguieron. Pero la liebre era muy rápida y ellos, muy torpes. Así que por más que la corrieron por acá y la corrieron por allá, se les escapó.

_Es demasiado veloz _se quejaron los ogros.

_Que veloz que ni qué ocho cuartos _le gritaron los envidiosos desde una ventana_. Ese no era el Gato con botas, sino una liebre. Los engañó.

_Conque sí, ¿eh? _Se enfurecieron los ogros_.

Ahora nos vamos a quedar acá, rodeando el palacio.

Nadie podrá salir ni entrar.

_ ¿Ni el verdulero? _ preguntó preocupado el rey.

_Ni el verdulero. O entregan al gato o se les acabará la comida. Y la bebida también.

Pero el Gato con botas no era un gato común y corriente, sino un gato IN-TE-LI-GEN-TI-SI-MO. Poe eso salió del palacio durante la noche, sin que nadie se diera cuenta ¿Cómo? Por el techo. Al fin y al cabo era gato, aunque era el mismísimo Gato con botas.

Los ogros rondaban a pata suelta. Bueno, todos no.

Habían dejado a uno para que vigilara.

El Gato con botas se acercó despacito hasta los ogros dormidos y les untó los ojos con miel. Después, esparció abrojos cerca de los pies descalzo de los ogros. Y por último le tiró una piedra en la cabeza al que hacía guardia.

_Eh, ¿Quién anda por ahí? _ se sobresaltó éste.

_Soy yo afirmo el Gato con botas, sin asomarse_. Me llamo Alguien, y mi amigo, que se llama Nadie, dejó ciegos a tus compañeros. Después vendrán Algo, que les tirará piedras, y Nada, que les pinchará los pies.

Y tiró otra piedra, esta vez a la cabeza de uno de los ogros dormidos, que se despertó furioso, pero no pudo abrir los ojos porque lo tenía pegado con miel.

_ ¡No veo! Gritó desesperado y despertó a los demás que tampoco podían abrir los ojos.

_Nadie los dejó ciegos_ les explicaba el que había estado de guardia_ ¿Cómo que Nadie nos dejó ciegos? _ Se enfurecieron los demás _. Alguien nos dejó ciegos.

_No Alguien me golpeó en la cabeza, Pero Nadie los dejó ciegos-insistió el otro.

_ ¡Nosotros vamos a golpearte en la cabeza! _gritaron los trece ogros enojados. Pero al levantarse para atacarlos, ¡AY AY AY! pisaron los abrojos.

_ ¡Algo nos pincha los pies! gritaban.

_No. Nada les pincha los pies_ decía el otro_. Pero ahora Algo les tiraba piedras.

¡Para qué! Los trece ogros creyeron que el otro se estaba burlando de ellos y empezaron a arrojarle piedras. Pero como no veían, se golpearon unos a otros hasta que no quedó ninguno vivo.

Por haber librado al palacio del peligro y de los envidiosos (que fueron castigados como se merecían), al Gato con botas le nombraron REAL CABALLERO, un título importantísimo, sobre todo para un gato. Y lo colmaron de honores y favores. Pero él sólo quería una cosa: permiso para ir por el mundo a vivir nuevas aventuras.

Y aunque su amo lagrimeó un poco al verlo partir lo dejó. Porque un gato capaz de semejantes hazañas no podía entretenerse así nomás, ni persiguiendo ratones, no cazando liebres, ni trepando por los techos, ni fastidiando a os perros. Por más que de vez en cuando también hiciera esto. Al fin y al cabo, era gato, aunque fuera el mismísimo gato con botas.

Reflexión del cuento. Comenten y respondan las siguientes preguntas.

¿Cómo comienza la historia? ¿Cómo se sentía el gato? ¿Cómo lo trataban al gato? ¿Por qué no vivía feliz el gato? ¿Qué no era emocionante para el gato? ¿Se acuerdan cómo era el gato?

¿Qué acciones importantes realizó solito? ¿Con qué no podía entretenerse así nomás? ¿De qué llenaba su amo al gato para no verlo aburrido? ¿El gato se entusiasmaba con lo que le daba su amo? ¿A quiénes les molestaba lo que el rey hacía con el gato? ¿Qué decían los miembros respecto al gato? ¿Qué decidieron hacer? ¿Qué noticias tenían que hacer rumor por todo el reino? ¿Quiénes se tenían que enterar? ¿Cuántos parientes eran, y, quiénes eran? ¿Cómo eran los parientes? ¿Cuándo se enteraron los parientes que decidieron? ¿Qué decían los ogros? ¿Qué se enteró el gato? ¿Se asustó el gato? ¿Luego qué hizo el gato? ¿A quién atrapo? ¿Cómo le vistió a la liebre? ¿En dónde encerró a la liebre? ¿A dónde llegaron los catorce ogros? ¿Qué dijeron los ogros? ¿A quién soltó el gato? ¿Qué hizo la liebre? ¿Qué quería hacerles creer con la liebre a los ogros? ¿Los ogros creyeron la trampa que hizo el gato? ¿Qué les gritaron los envidiosos a los ogros? ¿Qué dijeron los ogros? ¿Qué le dijeron los ogros al rey? ¿Podía entrar alguien al palacio? ¿Cuándo salió el gato del palacio? ¿Se dieron cuenta? ¿Por dónde salió? ¿Quiénes roncaban? ¿Se durmieron todos? ¿Con qué los unto el gato a los ogros? ¿Qué esparció después? ¿Y por último que hizo? ¿Qué dijo el ogro que vigilaba? ¿Qué afirmó el gato? ¿Qué tiró el gato a los otros ogros? ¿Qué gritaban los ogros? ¿Qué decía el gato? ¿Quién les había dejado ciegos? ¿Qué gritaban los trece ogros enojados? ¿Qué pisaron los ogros al levantarse? ¿Qué creyeron los ogros? ¿Y qué empezaron a arrojarse entre ellos? ¿Veían los ogros, Qué pasó? ¿Qué título le nombraron al gato por haber librado al palacio del peligro y de los envidiosos? ¿De qué lo colmaron al gato? ¿Qué cosa quería el gato? ¿Qué paso con su amo cuando vio partir al gato?

Luego de leer el cuento realiza la siguiente actividad:


  Elegí uno de los personajes del cuento y escribí

¿Cómo se llama?

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¿Cómo es?

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Releé el cuento y nombra a los familiares del ogro.

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El escritor escribió un párrafo del cuento de la siguiente manera, pero no se

puede leer bien ¿Cómo podrías mejorarlo? Podés separar bien las palabras, agregar signos de puntuación (PUNTO SEGUIDO, APARTE Y FINAL. TAMBIÉN COMAS)  

Despuésdesemejanteshazañasnopodíaentretenerseasínomásnipersiguiendo
ratones cazandoliebresnitrepandoporlostechosnifastidiandolosperros 
BuenodevezencuandohacíaesoAlfinyalcaboeragatoaunquefueraelmismísimoGato
con botasPeroigualseaburría.

COMPLETA EL SIGUIENTE CUADRO COMPARATIVO. ANOTÁ LAS DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS

“El Gato con Botas” (Adaptación de LILIANA CINETTO)	“El Gato con Botas contra los Ogros” DE LILIANA CINETTO.

SEMEJANZAS

Por último, después de haber leído las dos historias, caracteriza al Gato con Botas en un pequeño texto.

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