Hansel y Gretel
Recuerden realizar esta actividad en el cuaderno de Prácticas del Lenguaje.
Les damos una ayudita para que empiecen:
Después de cuatro semanas, como Hansel continuaba flaco, presa ya de impaciencia, la bruja no quiso esperar más.
−¡Eh, Gretel! −llamó−. Rápido, trae agua. Gordo o flaco, mañana cocinaré a Hansel y me lo devoraré.
¡Ah, cuánto se lamentó la pobre hermanita y cómo corrían las lágrimas por sus mejillas!
−Ahorra tantos lloriqueos −la increpó la vieja−; ya he encendido el fuego del horno. Primero vamos a hacer el pan que ya tengo la masa lista.
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